Robles Dental

Dentistas de familia desde 1984


Deja un comentario

Cómo reducir el consumo de azúcar en los niños

Establecer unos buenos pilares en nutrición en la niñez es muy importante, dado que en el futuro sabrán elegir y desarrollarse como adultos sanos.

Hay que limitar la cantidad de alimentos y bebidas azucaradas que ingieren ya que tienen muchas calorías y pocos nutrientes, tales como: bebidas deportivas, bebidas energéticas, zumos, pasteles, galletas, helados, dulces y otros postres. Para que acepten estas limitaciones, tendremos que valernos de trucos como los que os detallamos a continuación.

  • Porciones pequeñas y a ser posibles que la comparta.

  • En cuanto a las bebidas, la ingesta de zumos industriales tienen gran cantidad de azucares, son calorías vacías, no nutren pero se almacenan, engordando y acidificando el medio bucal. Si tienen sed, la mejor bebida es el agua, zumos naturales hechos en casa, o bien leche descremada.

  • No ofrecer dulces como recompensa. Se está reforzando que ciertos alimentos son más gratificante que otros.

  • Acostumbrarlos a que el postre diario sea fruta, como pieza entera, ensaladas de frutas con colores atractivos, zumos naturales hechos en casa en forma de polos, etc. Los fines de semana o en alguna celebración puede consumirse un dulce como algo especial.

  • Hacer postres creativos y que participen en los mismos, que elijan las frutas y con sus propias manos diseñen el postre. En nuestro medio existe gran variedad de fruta de temporada.

  • En la compra del supermercado, cuando ya saben leer y son participativos ayudando a coger cosas de los estantes, acostumbrarlos a leer el contenido nutricional que sepan que son carbohidratos, y de que tipo, la cantidad de grasa que lleva, que comparen con distintos productos. Es importante que vayan adquiriendo estos buenos hábitos.

  • Habituarles a comer frutos secos como: nueces, almendras, que tienen gran cantidad de vitaminas, grasas poliinsaturadas o grasas buenas, que sean bajos en sal y no fritos, granos integrales, serían un buen sustituto en lugar de los clásicos bocadillos untados de mantequilla y bollería.

  • Evitar situaciones en que los niños puedan demandar golosinas.

  • Darles golosinas debe de ser algo especial, no se les puede dar a diario, deben de reservarse para ocasiones muy especiales.

  • Si un niño no come o no quiere la comida que se le ha asignado, no se la podemos reemplazar por un dulce, galleta o una golosina. A la larga psicológicamente y nutricionalmente le va a perjudicar.

Esperamos que estos pequeños consejos sean de utilidad 😉