Robles Dental

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Tecnoadicciones

Hoy día está muy extendido el uso de instrumentos electrónicos tales como ordenadores,
tablets, teléfonos móviles o videoconsolas por parte de jóvenes y de niños cada vez de edades más precoces. Los adultos favorecen este consumo por muchas razones, tales como: hay mayor aprendizaje y más rápido, mejor desarrollo de habilidades, de la intuición, de la creatividad, etc. y ello es cierto pero hasta cierta medida; otras veces lo propiciamos porque así el niño molesta menos. El límite está en la adicción, y ahí es donde deben saltar las alarmas en el seno de la familia, para establecer las debidas restricciones.

Habrá adicción, si:

  • Hay fuerte deseo o necesidad de usar estos elementos electrónicos. Por sistema se prefiere a otras actividades como deporte, relación social, interacción familiar, etc…
  • Dificultad para controlar el tiempo que se utilizan. Cinco minutos se convierten en cinco horas.
  • Al interrumpir o disminuir el uso, se crean situaciones violentas (síndrome de abstinencia).
  • Tolerancia → cada vez necesitan más tiempo para sentirse satisfechos.
  • A pesar de ser conscientes de que les perjudica el exceso de uso, no son capaces de restringirlo.

En edades tempranas hasta los 10 años captarán la atención los dibujos animados y juegos muy sencillos. Conforme aumenta la edad y nos metemos en la adolescencia, los jóvenes se ven más atraídos por los juegos y las redes sociales. En cualquier caso Facebook, Twitter, Instagram son un gran imán donde comparten tendencias, generan modas, y se sienten pertenecientes a un grupo, en parte real, y en mayor parte virtual. Existe un peligro presente produciendo trastornos de la conducta y sociopatías, dado que la interacción con otras personas es artificial y en muchos casos engañosa. Puede funcionar como cualquier otra adicción incluidas las drogas o el alcohol, pudiendo deteriorar gravemente la evolución del joven, perdiendo el control de sus propios intereses presentes y de futuro.

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La alarma debe saltar en la familia, pero en muchas ocasiones será tarde y habrá que acudir en busca de ayuda a personal cualificado, ya sean psicólogos, educadores, o asociaciones que ya empiezan a aparecer, como el Servicio de Prevención de Adicción a las Nuevas Tecnologías (SPANT) Tfno: 653 94 14 44, financiado por Ayuntamiento de Móstoles.